1. Higiene y precaución
Lávate las manos siempre antes de tocarte la cara para no transferir la suciedad a los poros, que, por la humedad, están más dilatados.
Recuerda, además, no usarla más del tiempo recomendado Y, siempre que puedas, retírala cada dos horas para que la piel respire y el sudor se seque. Si es reutilizable lávala tras cada uso.
Además, procura usar una mascarilla que no te quede grande ni muy ajustada. Esto evitará que entre en contacto con la piel del contorno del labio.
En definitiva, elige la mascarilla que mejor se adapte a las necesidades de tu piel. Tú eliges que sea de tela o desechables, pero ten en cuenta siempre que debe dejar respirar la epidermis y no la irrite.
2. Limpia la piel en profundidad
Limpia el rostro antes y después de usar la mascarilla. Lo ideal es una crema limpiadora para pieles irritadas, que calme está después de un día de mascarilla y no reseque la piel. También puedes hacerte una limpieza en un centro de belleza cada cierto tiempo para retirar en profundidad cualquier suciedad y dar un empujón al cuidado de tu piel.
3. Tónico facial
El rostro sufre mucho con el roce de la mascarilla. Aplicar un tónico facial dará la calma y frescor que necesita tu piel, sobre todo si es sensible. Además, terminará de retirar los restos que no han desaparecido tras la crema limpiadora.
El tónico es un cosmético que tiene numerosos beneficios para la piel y, por eso, nunca debe faltar en tu rutina de cuidado facial diaria.
rutina de cuidado facial
4. Hidratar la piel
Aplicar la crema hidratante media hora antes de usar la mascarilla es otro de los trucos. La hidratante crea una barrera protectora que disminuye el roce.
Eso sí, usa una crema ligera, que se aplique cómodamente y, sobre todo, que calme la piel.
5. No te olvides del serum
Probablemente, tu piel cree nuevas necesidades para sobrellevar la mascarilla, mantener a raya los granitos y lucir un aspecto sano y radiante. El serum es tu mejor aliado en este sentido.
Este producto cuenta con una concentración muy alta de activos en su fórmula. Además, tiene una textura muy ligera y acuosa que penetra mejor a través de la epidermis para tratar el problema más en profundidad. Por eso, usarlo puede ayudarnos mucho. Recuerda usarlo siempre 2 veces al día, mañana y noche, evitando el contorno de los ojos.
6. Deja las imperfecciones tranquilas
Si ya han salido esas imperfecciones que tan poco deseabas, no te dediques a tocarlas. A pesar de que actualmente estén tapadas por la mascarilla, cuando acabe la pandemia las marcas quedarán al descubierto. Utiliza productos para una aplicación local sobre los granitos o impurezas para tratar éstas de una forma más precisa.
7. Protección solar
No existen estudios que demuestren que la mascarilla protege de la irradiación solar por lo que no olvides usar a diario un protector solar todos los días del año, sin excepción. Además de evitar el envejecimiento de la piel, las cremas solares previenen las marcas de acné que dejan los granos al exponerse al sol.
Saber escoger la textura del protector solar es esencial para evitar el maskné. Si tu piel tiene tendencia acneica, huye de las cremas grasas para no empeorar el acné.
Sin duda, tu piel te lo agradecerá y podrás lucir un rostro libre de imperfecciones.